Maipú es la calle en la que nació Josi y desde el título mismo, nos viene a anunciar que es un disco personal. El álbum presenta un compendio de autorretratos de múltiples experiencias en su vida, que se tomó su tiempo para tener cubierto su diario personal y finalmente concretar la fantasía del disco propio.
El amor está muy presente en varias de las historias que nos cuenta: amores tóxicos, amores incipientes y hasta amores fantásticos entre ángeles y demonios. Hay homenajes disimulados a algunos de sus grandes inspiradores, y hasta se cuela de manera muy original y polémica, la política de Medio Oriente en “Ramallah”, en dos versiones y dos idiomas, reflejando la eterna dicotomía del inmigrante. También se autoprovoca con una canción sobre una tragedia de su vida personal que descoloca y contrasta por su ritmo y tono desfachatados en “160”. Todo eso coronado por una particular versión del himno israelí, “Hatikva” (la esperanza), que sin querer ser una provocación, quizás también lo sea.
La música, ecléctica como sus gustos, va desde el rock clásico al heavy metal pasando por la pseudo-cumbia y el indie alternativo. Todo esto, claro está, en tres idiomas diferentes.
gak, coautor de varios de los temas y productor general, es además el mago detrás de las perillas y el ejecutor de todos los instrumentos que se escuchan en el disco. gak logró ajustar todo para que la insolencia, la seriedad, el humor, el romanticismo y la bronca de Josi queden plasmados en el disco de la manera más fiel posible y sin desentonar. Fue capaz de crear los climas con una instrumentación camaleónica y precisa que le sigue el tren a la esquizofrenia musical de un bicho inquieto como lo es Josi Grinboju.
Grinboju nos tiene acostumbrados a hacernos llegar sus mensajes, y en cada oportunidad elige diferentes tipos de envoltorios: ha escrito libros, revistas, comics, artículos, blogs. Ha hecho radio, televisión y stand-up. Se ha subido a escenarios con su banda de rock y ahora finalmente se metió en soledad en un estudio de grabación.
Maipú nace en plena pandemia del Corona Virus y contagia sus numerosos estados de ánimo dejando el sello de fábrica de Josi que prueba una vez más, que nada se interpone entre sus fantasías y la realidad.
Lo escuchan gratis o lo adquieren por aquí
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